Adcciones del siglo XXI, adicción a las compras, adicción a los centros comerciales, adictos a gastar dinero.

BTemplates.com

Join us at Facebook

Con la tecnología de Blogger.

Blogroll

Popular Topics

Follow us on G+

Tv Shows Torrent

Music Torrent

Games Torrent

Applications Torrent

Follow us on FaceBook

More information

Popular Posts

¿Cómo definir la compra compulsiva?


La psiquiatría de hoy está ávida de criterios. Susan Me Elroy, una psiquiatra americana especializada en el estudio de los conductas impulsivas, ha propuesto unos criterios diagnósticos para el "síndrome de compras compulsivas", que tienen el mérito de delimitar sus contornos.

Criterios para la compra compulsiva
  • Pensamientos invasores y molestos que conciernen a las compras o a la conducta de compra inadaptada, o impulso de compra que se corresponde por lo menos con una de las proposiciones siguientes:
  1. Pensamientos invasores y molestos referentes a las compras o impulsos de compra vividos como irrepresibles, intrusivos o desprovistos de sentido.
  2. Compras frecuentes superiores a las capacidades financieras, compras frecuentes de objetos inútiles, o compras durante más tiempo del previsto.
  • Los pensamientos, los impulsos o la conducta provocan un malestar profundo, hacen perder el tiempo, o perturban sensiblemente el funcionamiento social o el ocio, o comportan dificultades financieras (por ejemplo, deudas, prohibiciones bancarias).
  • La conducta excesiva de compra no aparece únicamente durante los períodos de manía o de hipomanía.
Otros dos psiquiatras, Faber y O'Guinn, en Estados Unidos, localizan el síndrome con la ayuda de un breve cuestionario, en el cual tres respuestas positivas (o más) dan la alerta:
  • Si me queda dinero en el momento en que cobro mi salario, lo gasto en su totalidad;
  • Compro incluso cuando no tengo medios para ello;
  • Llego a hacer cheques sin provisión de fondos deliberadamente;
  • Hago algunas compras para sentirme mejor;
  • Me siento ansioso o nervioso los días en que no puedo ir de compras.


El conjunto de estos criterios, muy comparables con los de las adicciones, con o sin el consumo de drogas, marca claramente las diferencias entre las compras "normales" y las patológicas. El impulso, la compra aislada de un objeto inútil, es una conducta frecuente y anodina. La toxicomanía de la compra implica la presencia de una verdadera obsesión por comprar y la realización frecuente y repetida de compras sin utilidad real. La molestia ocasionada, tanto si se trata de perturbaciones del funcionamiento social o de dificultades financieras, demuestra un sufrimiento social comparable, por ejemplo, al que conduce al juego patológico.

Julia Cameron y Mark Bryan defienden, en L'Argent aprívoisé (El dinero domesticado), la idea que postula que la compra compulsiva es realmente una forma de toxicomanía. «La compra como el
alcohol, -escriben-, actúa como una droga. Hemos constatado los mismos efectos en los compradores: frenesí, vértigo,pérdida de control.» Antiguos compradores compulsivos, los dos periodistas declaran: «Estábamos intoxicados por el dinero... Ibamos como bebidos cuando lo gastábamos.» El derrochador "privado" y curado siente, según ellos, un «verdadero alivio cuando la enfermedad está anulada.

Muchas molestias psíquicas, desde las jaquecas al insomnio, desaparecen misteriosamente o mejoran mucho cuando uno vuelve a ser solvente... La transformación física que se produce durante la abstinencia es espectacular

0 comentarios:

Publicar un comentario